UNA EXPLOSIÓN DE JÚBILO
EN HONOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN,
NUESTRA MADRE
El 30 de mayo coronamos el mes con el paseo procesional de la Virgen del Carmen, llevada en andas, por las madres de los niños de Educación Primaria del Colegio “San José de Begoña” y las de la Escuela Infantil “Virgen de Begoña”. El estandarte lo portó un padre de la Asociación de padres y madres de alumnos del Colegio de San José.
La procesión se inició en el patio del Colegio San José, donde se dieron cita los dos cursos mayores de los niños de la Escuela Infantil y los seis cursos, dobles, de Primaria del Colegio San José, bajo la dirección del P.David, coordinador de la pastoral del Colegio. Le acompañaron los respectivos profesores y los padres de los niños que pudieron y quisieron asistir, así como un nutrido número de personas que se unieron a la procesión.
Realmente vivimos unos momentos muy felices contemplando esta procesión por las calles de Isidro Fernández y San Modesto para desembocar después en la plazoleta que da acceso a la Iglesia.
Instalados en la plazuela, libres ya del bullicio del tráfico, tuvimos unos momentos de expansión. Al son de la música se bailó un pasodoble y un chotis con la aprobación y admiración de todos los presentes, quienes disfrutaron bailando y viendo bailar a los niños, que estaban graciosísimos, vestidos de chulapos y chulapas.
Tras ese rato de expansión, la Virgen, como nueva arca de la alianza, entraba procesionalmente en el Templo parroquial. Los niños se fueron colocando por cursos en los sitios que le fueron asignando los profesores. Después entró el resto de los fieles.
Una vez colocada la imagen de la Virgen en el centro del altar, comenzó una gran fiesta mariana, coordinada por el P.David, quien invitaba por cursos, y exhortaba a los niños a subir al altar. Ayudados por las mamás, ofrecían un ramo de flores, recitaban una poesía o una plegaria, cantaban alguna canción a nuestra Madre y después volvían a su sitio. Como respuesta a las distintas intervenciones de los cursos, un grupo de pequeños guitarristas, dirigidos por Don Ismael, respondía tocando distintas canciones.
Como broche final cantamos toda la asamblea las populares letrillas a la Virgen del Carmen:
El Ave cantemos, cantemos el Ave, a nuestra Señora la Virgen del Carmen.
La contemplación de la Virgen del Carmen, rodeada de flores por todas partes, hacía verdad, lo que se cantaba en el templo, con aquellas letrillas:
“Las flores alfombran tu Monte Carmelo, te sirven de orquesta, las aves del cielo”.
El altar, con la Virgen del Carmen, rodeada de flores, estaba significando la belleza del Monte Carmelo. Y el pequeño coro de niños tocando la guitarra, lo hacían con la naturalidad e inocencia de las aves del cielo.
Otra letrilla proclama la protección de la Virgen para con todos aquellos devotos que llevan consigo el vestido de María, su escapulario. Dice así:
“Un signo bordaste de gracia materna, al cual vinculaste promesas eternas”.
Contemplando a la Virgen, en el altar, rodeada de tantas flores, recuerdo aquel bello himno que trae el Oficio de lectura, en la memoria de Santa María en Sábado, que dice así:
Rosa entre rosas,
flor de las flores,
Virgen de vírgenes
y Amor de amores.
Rosa en que el Señor
puso su querer,
flor la más hermosa
que se vio nacer,
Virgen que hace dulce
nuestro padecer,
Amor que hace nuestros
sus santos amores.
Rosa entre rosas,
flor de las flores,
Virgen de vírgenes
y Amor de amores.
Gloria a Dios Padre,
gloria a Dios Hijo,
igual por siempre,
gloria al Espíritu. Amén.
Y como despedida final, nada mejor, que hacerlo con el propósito expresado por el Arcipreste de Hita, Juan Ruiz, en su cantiga “Loores a Santa María”:
Quiero seguirte a ti flor de las flores,
siempre decir cantar de tus loores;
no me partir de te servir,
mejor de las mejores.
Gran confianza tengo yo en ti, Señora,
mi esperanza está en ti, hora tras hora;
de tribulanza sin tardanza,
venme a librar ahora.
Estrella del mar, puerto de belleza,
de todo mi dolor y mi tristeza,
venme a librar y confortar,
Señora de la alteza.
Gran confianza tengo yo en ti, Señora,
mi esperanza está en ti, hora tras hora;
de tribulanza sin tardanza,
venme a librar ahora.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén
Al final de la celebración, el P.Pablo Herrasti, como Director del Colegio San José de Begoña, felicitó a los niños, a los profesores, a los padres y madres de los niños y a todos los presentes, al tiempo que expresó su agradecimiento al Párroco, P. José Peralbo, por haberle facilitado el uso del Templo parroquial para esta celebración.
El P. José le dijo que para la Parroquia es un honor poner a disposición del Colegio el uso del templo siempre que lo necesite.
P. José Peralbo Ranchal, O.Carm. Párroco