LA VIRGEN DEL CARMEN
LA VIRGEN DEL CARMEN
LA BRUNA DE LOS CARMELITAS DE NAPOLES
PRESIDE EL PROGRAMA DE
NUESTRAS FIESTAS POPULARES
Una piadosa tradición cuenta que este icono fue traído por los Carmelitas cuando dejaron el Monte Carmelo, en una de sus fases de transmigración a Europa, a partir del año 1238.
Los ermitaños Carmelitas lo veneraban en el oratorio de la Comunidad, en el Monte Carmelo.
Actualmente se venera en la Basílica de Santa María del Carmen, la Mayor, de Nápoles.
El nombre de la “Bruna”, hace referencia al color moreno de la piel de la Virgen.
El icono de la “Bruna” de Nápoles, es una de las representaciones más antiguas de la Virgen del Carmen. Esta imagen fue tan venerada en el Carmelo que, aún hoy, se conservan unas 40 copias medievales en distintas ciudades.
En casi toda Europa eran numerosas las iglesias carmelitas que tenían una copia de la misma. Por expreso deseo de los superiores se hicieron reproducciones de esta imagen con el fin de favorecer su devoción.
Por la gran difusión de su culto, la imagen de la “Bruna” fue solemnemente coronada por decreto del Capítulo Vaticano, el 11 de julio de 1875.
Ante esta imagen han orado los Papas, Pío IX y Juan Pablo II, el beato Juan Soreth, el beato Nuncio Sulpizio, San Gerardo de Mayela, San Francisco Javier Bianchi y, probablemente, San Alfonso María de Ligorio.
El tipo iconográfico de la “Bruna” de Nápoles es el llamado “Virgen de la ternura”. El rostro de la Madre y del Hijo están en contacto como expresión de dulce intimidad. Más en concreto, sigue el modelo del “dulce amor”. Esta representación era muy común en el oriente cristiano.
El Carmelita, P. Manuel Boaga, comentando este icono, dice:
“La estrella sobre uno de sus hombros es un signo tradicional de la virginidad de María, antes, durante y después del parto. El color azul del manto indica su maternidad divina y, el color rojo del vestido por debajo del manto y que cubre parte del Niño, indica el amor con el cual lo ama. Toda la composición proclama la realeza de la Madre de Dios”. (Cf.: Emanuele Boaga, Como piedras vivas, p.103. Edizioni Carmelitane. Roma, 1997)
José Peralbo Ranchal, O.Carm.