PASTORAL SACRAMENTAL

 

                                                   Sacramento del BAUTISMO

bautismo

 

El BAUTISMO es el primero de los Sacramentos.

Es la puerta de entrada a la Iglesia y al resto de los sacramentos. Nos hace hijos de Dios en el Hijo Jesucristo.

Los padres cristianos que consideran el Bautismo como un gran regalo de Dios, han de estar prontos para bautizar a sus hijos cuanto antes.

Solicitud del Bautismo: Información en el despacho parroquial. Aquí se hace entrega del impreso de solicitud del Bautismo.

Celebración del Bautismo en nuestra Parroquia: último Domingo de mes,  a las 18 horas.

Charla de preparación para padres y padrinos:   el viernes anterior al bautizo, a las 19 horas.

Lugar: Sala parroquial, junto al despacho.

Antes de la charla se hace entrega del impreso de solicitud del Bautismo con el fin de comprobar si los datos son correctos.                        

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Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento de del Bautismo.

1213 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu (“vitae spiritualis ianua“) y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo” (“El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra”: Catecismo Romano 2,2,5).

1214 Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa “sumergir”, “introducir dentro del agua”; la “inmersión” en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como “nueva criatura” (2 Co 5,17; Ga 6,15).

1215 Este sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo” (Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual “nadie puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,5).

                                                       SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

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La CONFIRMACIÓN es el Sacramento del Espíritu Santo que nos conduce a la madurez cristiana.

La Confirmación, junto con el Bautismo y la Eucaristía, son los Sacramentos de la Iniciación Cristiana.

 

CATEQUESIS DE PREPARACIÓN para recibir el Sacramento de la Confirmación en nuestra Parroquia.

Tres cauces de preparación para recibir este Sacramento:

  1. 1. A través de la integración en los grupos JUCAR (Juventud Carmelita) del Colegio de San José, después de dos años de preparación catequética, según la programación del Coordinador de Pastoral.
  2. A través de las Catequesis recibidas en la Parroquia, todos los lunes, a las 18 horas, durante dos años.
  3. A través de las Catequesis del Camino Neocatecumenal, recibidas en la Parroquia, tras dos años de camino.

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Por el Sacramento de la Confirmación, los bautizados reciben la plenitud de la gracia bautismal, los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fuerza especial del Espíritu Santo.

Revestidos de estos dones, están llamados, a difundir y defender la fe, de palabra y de obras, como verdaderos testigos de Cristo y a confesar valientemente su nombre.

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Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento de de la Confirmación.

1315 “Al enterarse los Apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaría había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo” (Hch 8,14-17).

1320 El rito esencial de la Confirmación es la unción con el Santo Crisma en la frente del bautizado (y en Oriente, también en los otros órganos de los sentidos), con la imposición de la mano del ministro y las palabras: Accipe signaculum doni Spiritus Sancti (“Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”), en el rito romano; Signaculum doni Spiritus Sancti (“Sello del don del Espíritu Santo”), en el rito bizantino.

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                                                                           Sacramento de la EUCARISTÍA

EUCARISTIA

 

La Eucaristía es el memorial de la muerte y resurrección del Señor, quien ordenó a sus apóstoles celebrarlo hasta su retorno (C.Trento Ds 1740).

CATEQUESIS DE PREPARACIÓN PARA  LA PRIMERA COMUNIÓN.

Primer año de Catequesis (3º de Primaria)

Días: los jueves, de 17:30 a 18:30 horas.

Libros: Cuaderno de catequesis

Libro de consulta: la Biblia

Segundo año de Catequesis (4º de Primaria)

Días: los miércoles, de 17:30 a 18:30 horas.

Libro: La Iglesia es nuestra madre

Libro de consulta: el Catecismo de la Conferencia episcopal,      “Jesús es el Señor

Las primeras Comuniones suelen hacerse a finales de mayo, en grupos,  no superiores a 20 niños.

Estos niños, vestidos de fiesta,  acompañan al Santísimo Sacramento en la procesión del día del Corpus Christi.

A lo largo del curso, pedirán la partida o el volante del Bautismo y se lo entregarán al Catequista.

Quienes estén bautizados en nuestra Parroquia, basta con que se lo comuniquen al catequista.

Los niños que se están preparando para recibir la Eucaristía y no están bautizados, reciben el Sacramento del Bautismo a mediados del curso, una vez terminada la catequesis de preparación sobre este Sacramento.

Lo mismo hacemos con respecto al Sacramento de la Penitencia. Una vez concluidas las catequesis sobre este Sacramento, se organiza una  Celebración del Sacramento de la  Penitencia, y se invita a los padres y familiares de los niños.

La celebración concluye con un ágape o piscolabis en el que participan, los niños, las familias y los catequistas.

Más adelante, faltando una semana para recibir la Comunión, tenemos una segunda Celebración del Sacramento de la Penitencia.

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Jesús instituye la Eucaristía en la Cena de Pascua, dándole al pan y al vino un nuevo significado.                            Este pan, dirá Jesús, es mi Cuerpo, que se entrega a la muerte por vosotros.                                                    Esta copa de vino es mi sangre, sangre de la nueva y eterna alianza, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados.

La Eucaristía es, pues, una gran “berajá”, una gran exultación, como respuesta a la intervención de Dios en la historia.

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Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento de de la Eucaristía.

1324 La Eucaristía es “fuente y culmen de toda la vida cristiana” (LG 11). “Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua” (PO 5).

1325 “La comunión de vida divina y la unidad del Pueblo de Dios, sobre los que la propia Iglesia subsiste, se significan adecuadamente y se realizan de manera admirable en la Eucaristía. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre” (Instr. Eucharisticum mysterium, 6).

1326 Finalmente, por la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos (cf 1 Co 15,28).

1327 En resumen, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: “Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar” (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses 4, 18, 5).

 

                                                        Sacramento de la penitencia

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En la tarde de Pascua, el Señor Jesús se mostró a sus Apóstoles y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23).

El Sacramento de la Penitencia se administra en nuestra Parroquia, por lo general,  un cuarto de hora antes de las Misas.

Los primeros viernes de mes, exponemos el Santísimo Sacramento a las  19:00 horas. A las 19:30 lo ocultamos y dedicamos un espacio de media hora para  administrar el Sacramento de la Penitencia, hasta las 20:00 horas, que tiene lugar la celebración de la Eucaristía.

A lo largo del año existen tres momentos fuertes en los que se administra el Sacramento de la Penitencia.

1.-Al comienzo del curso  2.-En Adviento  3.-En Cuaresma

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Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento de de la Penitencia.

El Catecismo de la Iglesía Católica, entre otras muchas cosas, dice lo siguiente sobre el Sacramento de la Penitencia:

1486 El perdón de los pecados cometidos después del Bautismo es concedido por un sacramento propio llamado sacramento de la conversión, de la confesión, de la penitencia o de la reconciliación.

1487 Quien peca lesiona el honor de Dios y su amor, su propia dignidad de hombre llamado a ser hijo de Dios y el bien espiritual de la Iglesia, de la que cada cristiano debe ser una piedra viva.

1488 A los ojos de la fe, ningún mal es más grave que el pecado y nada tiene peores consecuencias para los pecadores mismos, para la Iglesia y para el mundo entero.

1489 Volver a la comunión con Dios, después de haberla perdido por el pecado, es un movimiento que nace de la gracia de Dios, rico en misericordia y deseoso de la salvación de los hombres. Es preciso pedir este don precioso para sí mismo y para los demás.

1490 El movimiento de retorno a Dios, llamado conversión y arrepentimiento, implica un dolor y una aversión respecto a los pecados cometidos, y el propósito firme de no volver a pecar. La conversión, por tanto, mira al pasado y al futuro; se nutre de la esperanza en la misericordia divina.

1494 El confesor impone al penitente el cumplimiento de ciertos actos de “satisfacción” o de “penitencia”, para reparar el daño causado por el pecado y restablecer los hábitos propios del discípulo de Cristo.

1496 Los efectos espirituales del sacramento de la Penitencia son: la  reconciliación con Dios y con la Iglesia.

 

                                                     Sacramento del Matrimonio

matrimonio

 

La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes propias por el Creador. Por su naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges así como a la generación y educación de los hijos. Entre bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de Sacramento (cf. GS 48,1; CIC can. 1055, §1).

Procedimiento para casarse por la Iglesia católica.

Los novios que deseen contraer matrimonio por la Iglesia deberán acudir a la parroquia del novio o de la novia, en horas de despacho  y pedir información al Párroco.

¿Con cuánto tiempo de antelación tenemos que ir a ver al párroco?

– Con unos seis meses antes de la fecha prevista para la boda si los dos son de nuestra diócesis de Madrid y viven en ella. Si uno de los dos es de otra diócesis distinta, es conveniente que acudan incluso con más antelación.

¿QUÉ ES ESO DEL “EXPEDIENTE MATRIMONIAL”?

Es lo que la gente suele llamar “los papeles de la boda”. Sin haber completado el Expediente Matrimonial, una pareja no puede casarse por la Iglesia.


Para poder casarse por la Iglesia católica hace falta hacer primero el Expediente Matrimonial que puede realizarse en la parroquia del novio o de la novia, aunque luego se vayan a casar a otra parroquia distinta.

¿Qué documentos se necesitan para hacer el Expediente Matrimonial?

Partida de Bautismo de cada contrayente. Si alguno está bautizado fuera de la Diócesis de Madrid, la partida deberá venir  legalizada  por la Diócesis de origen. Tiene una validez de seis meses desde el momento en el que se inicia el Expediente.

Partida de nacimiento de cada contrayente. La expide el Registro Civil correspondiente.

Certificado de Estado Civil de cada contrayente. Para los españoles se trata de la Fe de Vida y Estado que expide el Registro Civil donde se está empadronado.

Certificado de haber realizado el Cursillo Prematrimonial

– Documento de Identidad (DNI o Pasaporte)

Dos testigos, mayores de edad, uno por cada contrayente, con sus respectivos DNI

MEDIO EXPEDIENTE: Si uno de los contrayentes vive en Diócesis distinta del otro,  cada uno deberá realizar medio expediente en su respectiva Parroquia.

Expedientes que deben tramitarse por la Curia Diocesana (C/.Bailén 8.  Tel.91 454 64 00) y no por la Parroquia.

  1. Matrimonios en los que uno de los contrayentes no sea católico.
  2. Matrimonios de menores de edad.
  3. Matrimonios en los que, al menos a uno de los contrayentes, haya sido declarada la nulidad de un matrimonio anteriormente contraído.
  4. Matrimonios en los que, al menos uno de los contrayentes, tenga divorcio de un matrimonio civil anterior.
  5. Matrimonio de los que ya están casados civilmente.
  6. Matrimonio de secularizados.
  7. Matrimonio de los extranjeros que lleven poco tiempo en España.

 

CURSILLOS PREMATRIMONIALES

En nuestra Parroquia se imparten los Cursillos Prematrimoniales dos veces al año, en los meses de Febrero y Mayo. Se dan las charlas durante cinco Domingos seguidos, de 11:00 a 13:00 horas.

 

Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento del Matrimonio.

1661 El sacramento del Matrimonio significa la unión de Cristo con la Iglesia. Da a los esposos la gracia de amarse con el amor con que Cristo amó a su Iglesia; la gracia del sacramento perfecciona así el amor humano de los esposos, reafirma su unidad indisoluble y los santifica en el camino de la vida eterna (cf. C. de Trento: DS 1799).

1662 El matrimonio se funda en el consentimiento de los contrayentes, es decir, en la voluntad de darse mutua y definitivamente con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo.

1663 Dado que el matrimonio establece a los cónyuges en un estado público de vida en la Iglesia, la celebración del mismo se hace ordinariamente de modo público, en el marco de una celebración litúrgica, ante el sacerdote (o el testigo cualificado de la Iglesia), los testigos y la asamblea de los fieles.

1664 La unidad, la indisolubilidad, y la apertura a la fecundidad son esenciales al matrimonio. La poligamia es incompatible con la unidad del matrimonio; el divorcio separa lo que Dios ha unido; el rechazo de la fecundidad priva la vida conyugal de su “don más excelente”, el hijo (GS 50,1).

1665 Contraer un nuevo matrimonio por parte de los divorciados mientras viven sus cónyuges legítimos contradice el plan y la ley de Dios enseñados por Cristo. Los que viven en esta situación no están separados de la Iglesia pero no pueden acceder a la comunión eucarística. Pueden vivir su vida cristiana sobre todo educando a sus hijos en la fe.

1666 El hogar cristiano es el lugar en que los hijos reciben el primer anuncio de la fe. Por eso la casa familiar es llamada justamente “Iglesia doméstica”, comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana.

 

                                    Sacramento de la UNCIÓN DE LOS ENFERMOS.

 

unción de enfermos

 

 Sacramento de la Unción de los enfermos se administra, en nuestra Parroquia, a todos los feligreses, enfermos o mayores, que lo soliciten.

Durante la Cincuentena Pascual escogemos un día para celebrar la Pascua del enfermo.  En  una Misa Solemne   se administra comunitariamente dicho Sacramento a cuantos feligreses lo deseen.

Nuestro Señor Jesucristo nos dice por medio del apóstol Santiago: ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia y recen por él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y si ha cometido pecado, lo perdonará. ((St 5,14-15).

La fórmula para administrar la Unción a los enfermos dice así: Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de todos tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad.

 “Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros , toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios” (LG 11).

Enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Sacramento de la Unción de enfermos.

1527 El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o de vejez.

1528 El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez.

1529 Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.

1532 La gracia especial del sacramento de la Unción de los enfermos tiene como efectos:

— la unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;
— el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez;
— el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la penitencia;
— el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;
— la preparación para el paso a la vida eterna.